jueves, 26 de febrero de 2009

Anita, de Leonor Silvestri


toma sol tras mi ventana
se refresca
bajo los rayos
que entran
a nuestro departamento
sin protección

luego se cansa
y me registra
sabe que yo soy yo
quiere que no haga nada
más que mirarla
adorarme

entonces comienza:
ella se sube a mí
y la bajo
y se sube
y la bajo
y se sube
y la dejo
cansada de luchar
contra los molinos
de gata

esa paciente insistencia asiática
ese constante reclamo de afecto
llena los espacios que quedaron
después de vos

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